"Oh cuan bella eres, jamás tantas estrellas juntas se dispusieron a acompañar mi camino,
deberían arrancarme los ojos y negarme el pensamiento por atreverme a vendarlos y a avanzar en mi trayecto hacia donde solo se puede llegar en el estado más perfecto de la conciencia,
Igualmente deberían cortar estas indignas manos que mientras avidamente escriben distraen a mi ser de ti, oh mi más grande y hermosa agonía, quedate conmigo toda la vida, pues sin vida uno no tiene por qué vivir.
No me abandones jamás, pero tampoco permanezcas sumisa a mi lado cuando la rutina me lleve a ofenderte. Enseñame, oh amada mia, a respetarte y valorarte como jamás nadie lo ha hecho.
Y si mi obstinada e impura mente así no lo hiciese, entonces despidete de mi con el más dulce de los besos, y acepta en tus hermosos brazos mi delicado cuerpo, para formar así un mismo ser, pues eso sería lo más dichoso de mi osada estadía por aquí, aunque también mi fin.
Por ello amada mia, te pido tiempo como si el tiempo existiera y te pido permiso con el más humilde de los gestos para conocerte y nunca dejarte ir."
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